Resumen:
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Centurión nos refiere, en el presente tomo de sus Memorias, todo lo relativo a sus estudios en Inglaterra. Por lo mismo, podemos pasar por alto este periodo de su vida. A su retorno al país, en 1863, el Presidente de la República, general Francisco Solano López, confiriéndole una extraordinaria distinción -se trataba de un joven estudiante, excesivamente imbuido de su importancia pero sin ninguna practica en los negocios del Estado-, lo incorpora a su Gabinete privado y le abre las puertas de "El Semanario", en cuyas columnas expone con juvenil exuberancia un ingenuo liberalismo importado de las orillas del Támesis. Centurión -no creo que por convicción, sino por las razones que señalamos más adelante-, infiere en sus Memorias que estas distinciones de que era objeto, fueron actos de solapada persecución contra el revolucionario potencial que creía llevar dentro, pero que nunca existió en él.
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